Durante unas excavaciones en la cueva de Tianyuan cerca de Beijing, los científicos concluyeron que los humanos ya estaban usando zapatos hace 40.000 años. La investigación sobre el desarrollo óseo es una prueba de esto: el uso de zapatos modifica y reduce la carga en el esqueleto del pie, y dichos cambios fueron visibles en los huesos encontrados en la cueva.
La primera evidencia visual de un zapato fue encontrada en unos murales. Estos testigos únicos de hace 13.000 a 15.000 años dicen que representan a cazadores con botas hechas de piel de animales.
La maravilla de la historia del zapato
La maravilla de la historia del zapato fue, sin duda, el descubrimiento en un glaciar de la momia de Ötzi. Un «hombre de hielo» demostró que los humanos ya llevaban zapatos hace 5.000 años, los cuales estaban rellenos, cerrados por un cordón y tenían una suela con muescas. La parte superior y la suela habían sido confeccionadas en diferentes tipos de cuero.
La sandalia, que es la forma más simple del zapato, fue inventada por los egipcios para protegerse del calor de la arena, y sus restos se remontan a alrededor de 3.000 años AC y los descubrimientos hechos durante las excavaciones son la prueba.
Zapatos cosidos en la Edad Media.
Es interesante observar que los primeros zapatos cosidos aparecieron al final de la Edad Media, los cuales fueron creados con un modo de fabricación que todavía se utiliza en la actualidad. Este tipo de fabricación se ha utilizado, entre otras cosas, para unos nuevos zapatos de moda, los zapatos anchos y de patas cortas.
En el siglo XVI, los tacones también se pusieron de moda, y es desde España que los zapatos de mujer con suela de plataforma se extendieron a Inglaterra, Francia e Italia. En primer lugar, estos zapatos estaban destinados a mantener lo más lejos posible los pies de las damas de la alta sociedad de la suciedad que pudiera haber en el suelo, y los beneficios estéticos atribuidos hoy a los tacones, como el alargamiento de la pierna, el refinamiento de la silueta y la ganancia de unos pocos centímetros, tienen un origen más moderno.
Hasta ese momento, ningún zapato tenía tacones. Fue en el siglo XVII cuando tanto hombres como mujeres comenzaron a adoptar ese estilo, y más allá del aspecto estético, el tacón también era pragmático, ya que gracias a este, los zapatos eran más duraderos porque se podía reemplazar el talón una vez que este se gastaba.
La revolución industrial y el calzado
La industrialización permitió la producción de la primera serie de zapatos a partir de 1830. La invención de la máquina de coser hizo posible el surgimiento de la industria del calzado. Esta actividad, que antes era puramente artesanal y en la que el calzado se producía individualmente, se convirtió en una industria centrada en la producción en masa.
Las innovaciones técnicas de la revolución industrial dieron como resultado un aumento y una producción más barata del calzado y una productividad sin precedentes, mientras que antes, los zapatos eran extremadamente caros y muchas personas no podían comprarlos.