Es esencial conocer la historia de la quimioterapia para comprender cómo funciona la misma. Todos los pacientes deben tener derecho a saberlo antes de comenzar el tratamiento. La quimioterapia se desarrolló por primera vez a principios del siglo XX, aunque originalmente no fue considerada como un tratamiento contra el cáncer.
Descubrimientos en la segunda guerra mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, se descubrió que las personas expuestas a la mostaza nitrogenada desarrollaron recuentos de glóbulos blancos significativamente reducidos. Este hallazgo dio como resultado que los investigadores verificaran si era posible usar los agentes de mostaza para detener el crecimiento de células que se dividen rápidamente, como las células cancerígenas.
Durante la década de 1940, dos farmacéuticos destacados, Alfred Gilman y Louis Goodman examinaron los efectos terapéuticos de los agentes de mostaza en el tratamiento del linfoma. Primero, determinaron los linfomas en los ratones y demostraron que los tumores podían tratarse con estos. Luego, con un cirujano torácico llamado Gustav Linskog, inventaron una forma menos volátil de mostaza llamada gas mostaza (mostaza N) en un paciente que tenía linfoma no Hodgkin.
Agentes cito tóxicos para los tratamientos
Los científicos descubrieron que las masas tumorales de los pacientes se redujeron significativamente durante unas pocas semanas después del “experimento” y, aunque el paciente tuvo que volver a recibir más quimioterapia, esto marcó el inicio del uso de agentes cito tóxicos para el tratamiento de regulación del cáncer. El estudio inicial se realizó en 1943 y los resultados se publicaron en 1946.
El uso de mostaza nitrogenada para los linfomas ganó popularidad en los Estados Unidos después de la publicación del artículo en 1946. La mostaza nitrogenada y otros derivados del gas mostaza se llaman alquilato, debido a su capacidad para contener moléculas incluyendo proteínas, ADN y ARN. Otros ejemplos de agentes alquilantes incluyen tetrazinas y cisplatino.
Nacimiento de un nuevo enfoque quimioterapéutico
Después de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló otro enfoque quimioterapéutico. Un patólogo de la Escuela de Medicina de Sidney llamado Farber estudió los efectos anticancerígenos del ácido fólico, una vitamina esencial en el metabolismo del ADN.
Faber y sus colegas desarrollaron análogos fólicos como el metotrexato que eran antagónicos al ácido fólico y evitaron la acción de las enzimas que requerían folato. En 1948, estos agentes se convirtieron en los primeros en llevar a la remisión en niños con leucemia linfoblástica aguda, lo que demuestra que los antifolatos tienen la capacidad para restaurar la médula ósea normal.
Durante la década de 1950, Eli Lilly y su compañía anunciaron que los alcaloides de plantas como los que se extraen de la Vinca rosea son beneficiosos para los pacientes con leucemia. Esto condujo a la introducción de alcaloides de la vinca como fármacos contra el cáncer durante la década de 1960. Los ejemplos incluyen la vinblastina utilizada para preparar la enfermedad de Hodgkin y la vincristina utilizada para tratar la leucemia pediátrica.
Durante las siguientes dos décadas, los regímenes de múltiples fármacos comenzaron a ganar popularidad. El uso simultáneo de drogas con diferentes mecanismos de acción condujo a mejoras adicionales en la supervivencia hospitalaria y una disminución en las tasas de mortalidad, las cuales han ido disminuyendo desde el 1990 hasta hoy en día. Esta caída en las tasas de mortalidad se debe a la detección temprana y al tratamiento con fármacos quimioterapéuticos.