La aspirina es una medicina sintética, utilizada para combatir el dolor y la fiebre. El componente principal, el ácido acetilsalicílico, se extrae de la corteza del sauce blanco. Las propiedades curativas de este árbol fueron conocidas y utilizadas desde la antigüedad.
En 1929, el químico francés Pierre Joseph Leroux aisló en forma cristalina el ingrediente activo del sauce: la salicilina. Pero el uso terapéutico del ácido salicílico no estuvo libre de defectos, ya que causa acidez estomacal. En 1853 el químico francés Charles FrédérichGerhardt realizó la primera síntesis de ácido acetilsalicílico. Sin embargo, no se dio cuenta de la importancia de su descubrimiento y lo abandonó.
No fue hasta 1894 que Félix Hoffman, un químico alemán empleado en Bayer, redescubrió la investigación de Gerhardt y obtuvo ácido acetilsalicílico puro. La patente de «Aspirina» fue presentada el 6 de marzo de 1899.
Éxito de la aspirina
El éxito de la Aspirina fue tal que, después de la Primera Guerra Mundial, una cláusula del Tratado de Versalles indicó que en ciertos países, el proceso de fabricación de la medicina debía realizarse en el campo.
Ahora, si tu dolor de cabeza tiene que ver con moler o sentir alguna molestia en cualquier parte de tu cuerpo, uno de los mejores remedios es tomar aspirina. Un gesto tan simple puede hacernos olvidar la gran importancia de este medicamento desde su invención. Este conocido y popular analgésico y antiinflamatorio se puede encontrar en cualquier farmacia del mundo.
El gran poder analgésico y antiinflamatorio de la propiedad de este remedio natural, se ha convertido en uno de los medicamentos más buscados y prestigiosos de la historia. Pero ese no fue siempre el caso. A mediados del siglo XIX, la aspirina se había vuelto casi obsoleta. Y debe haber sido un evento de suerte como en muchos otros descubrimientos que tuvo que salir del ostracismo en el que se encuentra.
Avances en la aspirina
La aspirina se ha convertido en una medicina muy popular y la cura por excelencia. Sin embargo, la aspirina en polvo necesita una preparación molesta antes de tomarla. Pero está solventado, en medio de la Primera Guerra Mundial, cuando en el año 1915, la compañía farmacéutica Bayer lanzó tabletas de aspirina.
La marca, como ya hemos mencionado, era de un alemán, llegó al final de la Gran Guerra para estar en el dominio público, según lo acordado en el Tratado de Versalles de 1919. Los aliados se quedaron con las patentes para el La aspirina como un precioso «botín de guerra«. Pero afortunadamente, 2 años después, se proclamaría el bien de la Humanidad, para que quienes lo deseen puedan fabricar sin tener que pagar derechos.
El milagro de la aspirina
La aspirina se presenta como una solución milagrosa: fue muy potente para reducir el dolor, es eficaz contra el reumatismo y la inflamación. De la misma manera, fue bueno para aliviar el dolor en los huesos. También es eficaz en los antipiréticos, o lo que equivale a la misma fiebre, y además, ya se sospechaba en el momento en que era bueno para el corazón. Unos años más tarde, se confirmó.