Hoy en día es muy común escuchar que la historia del email (o correo electrónico) empieza en 1965, en un momento en que el Internet aún no existía. Fue durante este año cuando se establecieron los primeros intercambios de mensajes entre usuarios en redes privadas.
Uno de los primeros sistemas que permitió el intercambio de mensajes fue el Sistema de Tiempo Compartido Compatible (CTSS) del famoso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), aunque esta creación también fue reclamada por System Development Corporation (SDC) y su propio sistema de tiempo compartido, el cual fue creado para Q32, una computadora fabricada específicamente por IBM para la Fuerza Aérea de los EE. UU.
El email a partir de la red ARPAnet
Sin embargo, el email realmente nace de la creación de la red ARPAnet, el antepasado del Internet. Y fue en otoño de 1971 cuando un ingeniero llamado Ray Tomlinson, que trabajaba en Bolt Beranek y Newman Technologies, envió el primer correo electrónico de la historia. Anteriormente, los mensajes solo se podían enviar a usuarios que estuvieran en el mismo dominio y, consultarse, con mayor frecuencia, en la misma máquina que se usaba para escribir y enviar mensajes.
Génesis de una revolución
Ray Tomlinson diseñó una aplicación específica para enviar mensajes, así como una aplicación dedicada a la lectura de estos, READMAIL. Estas aplicaciones permitieron la lectura de mensajes por diferentes usuarios pero en una sola máquina, y por eso, la idea de Ray Tomlinson era agregar a estas aplicaciones un protocolo para enviar y recibir archivos a través de la red ARPAnet.
Después de escribir unas 200 líneas de código y crear dos cajas electrónicas en dos máquinas una al lado de la otra, aún tenía que encontrar una manera para que el programa diferenciara fácilmente un mensaje local de un mensaje de red. Fue entonces cuando tuvo la idea de separar el nombre de usuario y el nombre de host con el único carácter que no se usaba en ningún nombre propio ni, lo que es más importante, en ningún nombre de compañía, por lo que se podría usar como un prefijo del nombre de dominio: el símbolo @.
Ray Tomlinson logró enviarse a sí mismo la primera prueba «netmail«, la cual fue un mensaje con el contenido «QWERTYUIOP«, lo cual es la primera línea de caracteres del teclado inglés.
Nace una estrella
El correo electrónico fue tan exitoso que pronto se convirtió en algo indispensable para los usuarios de la red de ARPAnet. Como resultado, el software obtuvo rápidamente la designación de «aplicación asesina» de la red ARPAnet, por lo que los desarrolladores se centraron en mejorar el programa y su protocolo de transferencia, además de desarrollar sus soluciones propias.
Ya en 1973, un estudio realizado por ARPA reveló que el 75% de su tráfico de red se generaba mediante el intercambio de correos electrónicos.