La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más antiguas. Las primeras huellas de su existencia se remontan a alrededor del 4000 aC en Mesopotamia. Las tablas de arcilla atestiguan la presencia de una bebida fermentada hecha de granos, la cual era llamada Sikaru.
Antigüedad
En la antigua Grecia, la cerveza era conocida por sus propiedades medicinales. Pero los griegos y los romanos, grandes amantes del vino, no estaban interesados en ella. Para los galos, la cerveza, cuyo nombre proviene de “Cervoise” en honor a Ceres, la diosa de la cosecha, era una verdadera poción mágica.
Ellos también son los inventores del barril para controlar mejor la fermentación y el almacenamiento de la cerveza. La receta es extrañamente similar a la que conocemos hoy, aunque tenía un sabor diferente (miel, especias y hierbas).
Edad Media
Fue en el siglo XII cuando el lúpulo, una planta conocida por sus virtudes antisépticas, apareció en la elaboración de la cerveza y le confirió su delicioso sabor amargo. La fabricación se convirtió entonces en un arte particularmente sutil. En este aspecto, los monjes eran expertos, y algunos nombres de abadías iban a mantenerse con el paso de los siglos. A lo largo de la Edad Media, la cerveza floreció principalmente en el norte, entre los pueblos anglosajones.
La bebida de fermentación religiosa tenía muchos seguidores entre los hermanos y son ellos quienes le dieron su nombre actual: «Bier», que se convertiría un tiempo después en «Beer». Carlomagno, en beneficio de la calidad, confiere el poder de la fabricación de la cerveza a los monjes. Desde el siglo IX hasta el siglo XIV, la cerveza fue elaborada principalmente por monjes. Los laicos comprometidos en esta práctica tenían que pagar un impuesto a los monjes.
La Revolución industrial
Dado que la cerveza siempre ha sido un producto inestable y frágil, la fermentación sigue siendo un fenómeno misterioso y divino. En 1854, Pasteur se interesó en la química de la fermentación y reveló la existencia de microorganismos en la levadura. La investigación científica sobre estos microorganismos ayudó a controlar el proceso de fermentación alcohólica y mejoró las condiciones de salud de las cervecerías para que estas produjeran una bebida más saludable.
Tiempos modernos
Para los cerveceros y todos los amantes de la cerveza, esto fue revolución. Esta bebida tan frágil ahora se puede mantener y consumir lejos de su lugar de fabricación. El desarrollo de cristalería, equipos de filtración, baja presión, embotellado y refrigeración aumentó la calidad y la producción. Las cervecerías ahora funcionan en cualquier época del año, independientemente de los caprichos del clima.
En nuestros días
El sabor de la cerveza ahora es más suave, y atrae a una nueva clientela. La elaboración y distribución de la cerveza son a gran escala, y así es como llegamos a la cerveza de hoy, una cerveza de gustos variados y consumida en todos los rincones del mundo.
La fabricación de la cerveza ahora está casi completamente automatizada en la mayoría de sus etapas de fabricación, y el número de cervecerías tradicionales está disminuyendo.